Unas semanas antes, mientras recogía mis cosas en el que hasta ese momento había sido mi espacio de taller, Ángeles me dijo: “llévate lo que quieras, no puedo guardar tanto. Tengo que quitar los muebles”. Además de las cajas con mis materiales y trabajos, arrastro bolsas con cientos de botones y rollos de cintas varias guardados hasta ese momento en los cajones de la antigua fábrica textil. En casa los días pasan con otra densidad, tienen otra medida, otro peso. Nada se parece tanto al infinito. Rodeada de rollos de cintas con números de las que se usan para etiquetar por tallas, me pongo a tejer. Tejo los días. O quizás solo tejo agujeros.
Lo infinito del tiempo y la condensación del espacio
2020
“Día 1 al 48”
Tejido a ganchillo
Tejido a ganchillo
Medidas variables