Parece recurrente -quizás redundante- la idea de margen, de espacio liminal, en el imaginario del artista. Será que está en permanente búsqueda, hurgando en la materia, en el vacío, entre lo de dentro y lo de fuera.
Habitar la periferia trae la posibilidad de desarticular la dualidad y genera una nueva dimensión. Difusa, pero mucho más amplia donde las fronteras se desdibujan y aparece la ilusión del encuentro. Un punto de confluencia entre Uno y El Otro.
La geografía del artista es ese espacio marginal de bordes frágiles donde se pierden las certezas.
Su tiempo es el instante preciso en el que la obra abandona la orilla y se vuelve parte del Otro.
Su deseo, descubrir algo más allá de esos litorales que nos amparan.
Bordelines
2023
La noción de LIMBO nos invita a pensar en aquel territorio destinado a las almas errantes y desacomodadas, que no pudieron concretarse en la territorialidad del Cielo o del Infierno. Un artista precisa- inescrupulosamente- habitar allí. Dentro de un margen opaco que lo convoca a transiciones, discontinuidades, contradicciones, ambigüedades… Nos lo presenta como una dimensión transitoria que nos desafía a permanecer en la incomodidad del espacio de pasaje, donde no se está ni de un lado ni del otro. La propuesta es el Intervalo.
Velado como el inconsciente aún no explorado, ese territorio se manifiesta como algo que está a la espera de un sentido, “en souffrance”, donde padecemos y soportamos las derivaciones del suspenso. Un tiempo que emerge concediendo amparo como un abismo infinito.Cuando la obra es concebida desde la fragilidad del sentido y del límite, expresa ese acto por siempre inacabado y en falta, que es, en definitiva, el hecho artístico.
Rosmary Galvagna, Limbo.
Texto de Sala para Bordelines
Exposición colectiva con el auspicio de la Embajada Argentina en La Semana del Arte, Sala De Máquinas , Madrid.